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Siete escenas cumbres de Nuestro Teatro Clásico IV: Guión completo
 
Con el material acumulado en  Siete escenas. Un montaje, Siete escenas II. Superescenas y Siete escenas III. Palabra y escenografía, configuramos el
 
Guión completo de la representación
[ entra la gente poco a poco, se sienta, se aburre, lee el programa, comenta con el vecino, apaga o no el móvil... ] 
 
Aparecen los actores, vestidos igual (de gris, de negro), asexuados, con postura similar, hierática, que recitan al unísono, con voz monótona (de muñeco?) el siguiente parlamento inicial:)
 
Querido público (o bien: Queridas niñas y queridos niños, o sea queridos en general):
 
Nosotros, aunque nos veis aquí (tan) normales(itos) no somos personas; somos … personajes. Quiere esto decir que nosotros no somos como vosotros, que sabéis perfectamente quiénes sois, cómo os llamáis, de donde venís, por qué estáis aquí, lo que queréis hacer, adónde vais, y en general cuál es vuestra misión en la vida.
No. Nosotros no tenemos conocimiento ni voluntad propios y sólo somos y estamos aquí y ahora cuando algo o alguien nos insufla una alma transitoria que llaman ‘papel’, que nos lanza y trae durante este ratito.
    Hasta ese momento pues, ahora nos damos cuenta, ni siquiera somos personajes; somos... más bien como títeres, peleles o muñecos de cera en las manos de un niño caprichoso  llamado Destino, que juega un tiempo con nosotros y luego nos lanza a un rincón y nos olvida, quizá ya para nunca jamás. Como maderos roídos por las olas que la marea arroja en alguna playa perdida o recupera para nuevos viajes sin sentido. O como hojas al viento, que nos trae de pronto, nos arremolina un momento y nos barre para siempre al siguiente.  
     Por eso no debéis creernos demasiado, porque a veces somos buenos y a veces malos. O listos o tontos. Estamos tristes ahora y alegres después. Ni siquiera sabemos si seremos hombres o mujeres, o animales o espíritus del bosque. Nunca sabemos bien lo que nos espera ni donde está lo adecuado.
Así que, por todo ello, estamos aquí esperando, siempre esperando la llamada que nos hace vivir, no nuestra vida, que no tenemos, sino la de otros que existieron, quizá hace muchos, muchos años, o recientemente; o que vivirán cuando les llegue su oportunidad. Estamos pues impacientes y a la vez desconcertados con este no saber…
 
(Campanillazo del  Presentador, que se adelanta y realiza la
 
            Presentación  inicial (general)
¿El Amor?. Oh y Ay, el amor. Él nos trae las mayores delicias y los mayores tormentos. Durante muchos años, de unos 7 a 107, se hace el centro de nuestros desvelos, preocupaciones, dudas e incertidumbres. Por él trabajamos duramente, o esperamos con anhelo. Con él pues y casi para él vivimos. Y pese a las sombras que a menudo le envuelven, la vida, nuestra vida, no sería válida, no tendría sentido, no sería en realidad Vida. Presenciemos ahora unas etapas y situaciones de las que el Amor nos trae, tomadas escogidamente de los escritos de quienes entendieron muy bien sus matices y claroscuros.
Sobre el amor, hay muchas actitudes. Se le desea, se le teme, se le ama, se le odia. Aquí aparecen dos de ellas, en manos de Lope; a ver cuál les(os)  parece mejor.
           (sigue aquí la presentación de la escena, en su pagina)
                        (Campanillazo del  Presentador, que arranca la escena, previamente dispuesta por los actores:
                                   1. Actitud ante el amor:                     La discreta enamorada: Acto I , Escenas 1 y 6, fundidas con retoques.
                         (Campanillazo del  Presentador, que cesa o interrumpe la escena, pasando a presentar la siguiente. Mientras los actores se reagrupan y se preparan para ella
      
El amor es aquí deseo y misterio por un lado; codicia y manipulación por otro. Ambas posiciones se entrecruzan aquí, como en la vida de fuera…¿triunfará una o la otra? (El caballero de Olmedo)
           (sigue aquí la presentación de la escena, en su pagina)
                          (Campanillazo del  Presentador, que arranca la escena, previamente dispuesta por los actores:)
                                  2- Tercería en el amor:                      El caballero de Olmedo: Acto I escena
                         (Campanillazo del  Presentador, que cesa o interrumpe la escena, pasando a presentar la siguiente. Mientras los actores se reagrupan y se preparan para ella
        
Ya comienza el asedio, sus motivaciones son confusas; su desarrollo puede aclarar y hasta purificar lo torcido inicial. Veamos:
           (sigue aquí la presentación de la escena, en su pagina)
                       (Campanillazo del  Presentador, que arranca la escena, previamente dispuesta por los actores:)
                                3 Comienza el asedio por interés       La dama boba
                         (Campanillazo del  Presentador, que cesa o interrumpe la escena, pasando a presentar la siguiente. Mientras los actores se reagrupan y se preparan para ella
 
El amor toca y el amor arrastra y desborda. Deslumbra, maravilla. Eleva al cielo, te llama al infierno.... no sabemos cuál triunfará. Veámoslo.
Hubo amor, amor apasionado. Pero otros sentimientos, ambición, otras lujurias, torcieron el camino feliz y se crearon profundos desencantos, ofensas terribles. En busca de la solución se lanza valientemente la agraviada. (La vida es sueño)
           (sigue aquí la presentación de la escena, en su pagina)
               
                        (Campanillazo del  Presentador, que arranca la escena, previamente dispuesta por los actores:)
                                  4. Descubrimiento del amor               La Vida es sueño (corta)  La Vida es sueño (larga)
                         (Campanillazo del  Presentador, que cesa o interrumpe la escena, pasando a presentar la siguiente. Mientras los actores se reagrupan y se preparan para ella
        
El hastío, la brutalidad, la crueldad se mezclan aquí con el sentimiento amoroso, tomando formas casi monstruosas. (La baraja)
           (sigue aquí la presentación de la escena, en su pagina)
 
                        (Campanillazo del  Presentador, que arranca la escena, previamente dispuesta por los actores:)
                                  6. . Amor lujurioso                              La baraja
                         (Campanillazo del  Presentador, que cesa o interrumpe la escena, pasando a presentar la siguiente. Mientras los actores se reagrupan y se preparan para ella
 
El amor que no fue, el amor que a pesar de todo reside hasta la muerte entre las carnes y sangres de la amante  ¡qué dolor, qué lastima de lo que pudo haber sido pero no fue!. (Doña Rosita)
           (sigue aquí la presentación de la escena, en su pagina)
 
                         (Campanillazo del  Presentador, que arranca la escena, previamente dispuesta por los actores:)
                             7. Amor pasado y fallido:                 Doña Rosita
                         (Campanillazo del  Presentador, que cesa o interrumpe la escena, pasando a presentar la siguiente. Mientras los actores se reagrupan y se preparan para ella
 
El amor toca y el amor arrastra y desborda. Deslumbra, maravilla. Eleva al cielo, te llama al infierno.... no sabemos cuál triunfará. Veámoslo.
     (falta el triunfo y culminación del amor)
 
   (durante cada Superescena el Presentador hace transcurrir el tiempo entre sus secciones mediante campanillazos suaves , parecidos quizá al las campanadas o tic tac de un reloj)
 
    Presentación  final (general)
 
Ya hemos visto al diosecillo en acción. Ha sacudido y transformado las vidas de todos nuestros personajes. ¿Habremos aprendido algo?¿Será desde ahora nuestra vida más sabia, nuestra felicidad más estable?. Lo dudamos. Lo dudamos mucho. Porque la embriaguez que produce cuando golpea nos hace olvidar todos los razonamientos y propósitos que lo vivido y lo contemplado nos aportaron en su momento. O sea, repetiremos testarudamente los errores de nuestros protagonistas y otros muchos, particulares, ocasionados por nuestras especiales maneras de ser.
 
(posiblemente:
A luz de lo visto podríamos preguntarnos: ¿Vale la pena? Por unos momentos de felicidad ¿valen la pena las penalidades del no saber si se es querido, de creer que sí pero ver luego que no era cierto, la de ser querido pero no querer, la de querer pero no ser querido, la de sentir el hierro candente de la traición de ser amado, la de ser obligado a amar, la de fingir que se ama sin sentirlo, la de perder para siempre al ser amado..? Son incontables las penas que penamos por que unos pocos momentos de felicidad plena. Responderíamos pues a nuestra pregunta, si fuésemos sensatos y sabios, que no; que es mejor estar en paz, sintiendo las riendas de nuestra vida en las manos firmes; que esa enfermedad nos revoluciona la sangre y la vida y nos hace caer en mil escollos y socavones. Que...  Pero no. No podemos .... ni debemos ser sabios, porque... ¡cuántos momentos de vida plena, aun sufriente, nos ha traído el amor. Cómo ha llenado nuestras vidas de aliento, estímulo, esperanza y energía.... No, como dice muy certeramente la canción
Más vale trocar
plazer por dolores
que estar sin amores.
De modo que asumamos nuestras penas de amor con alegría ‒si eso fuera posible‒  y aceptemos nuestra condición sentimental con paciencia y conformidad. Gozaremos y sufriremos como corresponde a cada hijo de vecino, tendremos nuestras novelas de amor, exquisitas o populares y así nuestras vidas habrán valido la pena.
    Y hoy al menos habremos vibrado por simpatía, como una cuerda de guitarra vibra por resonancia, ante las maravillas y tragedias de estos personajes al tocarles ese sentimiento arrebatador y siempre misterioso.
 
Adiós.
 
(Se retira atrás y sale...
 
             Fin 1.
(Reaparecen los actores, vestidos igual (de gris, de negro), asexuados, con postura similar, hierática, que recitan al unísono, con voz monótona (de muñeco?) pero no tanto como al principio: el viajar a través de las escenas les ha cambiado ligeramente, les ha dotado de una cierta alma...el siguiente parlamento final:)
Y aquí volvemos ya a nuestra inmovilidad. Por un rato hemos sido felices al vivir con vosotros estas vidas prestadas, estos sentimientos tan conmovedores, estas palabras tan bellas de seres grandes que han hermoseado para siempre nuestro tiempo y nuestra lengua.)
        (posible:   Aunque, no creáis, a veces sentimos, como en un estremecimiento o una chispa, que algo pugna por salir de nosotros, algo profundo, valioso y muy de verdad. Esto nos inquieta,   y  preferimos  ahogar esos destellos, y quedarnos tranquilos, como siempre.)
    Hasta otra vez, querido público (o … niñas.. niños…). No nos olvidéis, porque, como el muñeco del cuento, también nosotros tenemos aquí metido bien hondo, en nuestro pecho de borra, un corazoncito de plomo.
 
          Fin  2.
   
[ aplaude la gente, saludan los actores, aplausos, saludos, la gente se pone el abrigo o lo que sea, la gente se dispone a marchar...] 

     Campanillazo finalísimo al fondo de la sala, que lanza afuera la público (y posiblemente le inquieta, le hace establecer paralelismos..).

     Fin 3.
 
Visión general
 
La obra o función queda estructurada en cinco niveles, cada uno con sus hablantes y talantes:
1. Los muñecos: hablan de sí mismos y prestan voz cuerpo y vida a los personajes de las escenas. Son los actores, son el Teatro.
 
2. Los personajes: hablan entre ellos y de sí mismos en las superescenas. E indirectamente del superpersonaje, pues le ilustran.
 
3. El presentador: hablan sobre el superpersonaje y sobre los personajes de las superescenas, ligando ambos. Además lanzan y cesan las escenas mediante campanillazos. Es pues una especie de tiránico Maese Pedro, o el Director de Pinocho cuando es burro.
 
4. El superpersonaje: se habla de él (el Presentador). Pudiera aparecer físicamente también, asomarse por ejemplo para contemplar un momento a los personajes a los que transforma. Es un (o el) personaje (oculto o presente) de la obra completa.
 
5. El público, personajes, inconscientes en general, de una obra de más envergadura.
 
                                                         Javier Sánchez, diciembre 2012.    javiersangonza@hotmail.com   www.aldebaransoft.es
 
 

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