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1.8. Semántica Poética.  (incluido en el Libro del Habla de la Poesía y del Teatro)

 


42. El soneto Amor Constante Más Allá De La Muerte de Quevedo.
41. Vuelta de paseo de Lorca: ¿explicitación de homosexualidad?
45. A vueltas con Pere Ginferrer
52. Mallarmé
91. Soneto gongorino
266. Soneto de Sor Juana
268. Le cimetière marin,  de Paul Valery
 

 

VUELTA DE PASEO de LORCA:

 ¿EXPLICITACIÓN de HOMOSEXUALIDAD?

INTRODUCCIÓN

Quien escribe estas líneas cree comprender cuán peligrosos son los intentos de explicar un poema; en particular suelen ser torpes y simplistas las claves que se aportan para abrir su significado oscuro. Aun así osa ofrecer algo de esta suerte para el poema lorquiano que sigue, al que interpreta como una declaración velada de su orientación sexual, interpretación que justificamos más adelante..

     El poema Vuelta de Paseo, incluido en el libro Poeta en Nueva York aparece en un viaje a esa ciudad, de enorme impacto, lo que conviene perfectamente al cambio de talante respecto a la poética anterior: verso libre y blanco, lenguaje surreal, y expresión personal, intensamente personal: hablando de lo que ve y de lo que recuerda, habla casi desesperadamente de sí mismo –como toda la poesía verdadera. Adicionalmente Lorca quería alejarse del gitanismo fácil al que la fama de su Romancero Gitano le había condenado.

     Es cierto que, en una lectura de los poemas del libro –O.C.T.III. P.348.–, el poeta dice que no viene a ‘entretener’ al auditorio, sino a ‘pelearse’ con él, ofreciendo ‘su carne’ y materiales desesperados, no ‘miel’ sino ‘arena y cicuta y agua salada’. Es verdad que en otro punto del recital presenta el poema como un escape de los rascacielos, sin ninguna alusión a la interpretación que sigue a esta introducción.

     Sin embargo, no es incompatible esa presentación, creemos nosotros, con nuestra interpretación, ya que en todo poema, como en toda otra circunstancia humana, concurren multitud de influencias que se funden en el crisol del momento y producen, como dice Machado,  bien capullos de seda, bien cizaña en sementera – o nada de nada; el caso lorquiano parece ser el primero, claro está. Tampoco es necesario que en un recital, el poeta ofrezca ‘significados’ de sus poemas. Más bien parece apropiado que, para ‘contar’ cosas personales,  recurra al rito y pudor del verso según la expresión de Borges. Los rascacielos y la angustia de Nueva York pudieron constituir perfectamente el ambiente y el estímulo poético para su declaración.

     Todo poema verdadero tiene que ver con su creador, con un aspecto de la vida. No es que un solo tema agote el significado del poema, pero sí puede muy bien presidir y ambientar su creación, en la cual entran, claro está, muchos más elementos, tanto de otras circunstancias vitales del poeta, como propios del oficio, del juego voluntario, del arte.

     Lejos de casa y de la familia respecto a la cual parece sentirse tan responsable y temeroso de decepcionarles en el aspecto familiar y social, según se trasluce en las cuidadosas y cariñosas cartas de la época, el viaje aparece como un buen momento de liberación y afirmación, en una vida que, frente a una alegría bulliciosa que mostraba con los demás, no era alegre sino triste, incluso desesperada ‒Aleixandre lo comenta tras una lectura de Lorca de sus  Sonetos de Amor (Oscuro).

     Así que, con todas estas prevenciones, comencemos nuestra traducción del poema.

EL POEMA

En el poema:

          Asesinado por el cielo,
          entre las formas que van hacia la sierpe
          y las formas que buscan el cristal,
          dejaré crecer mis cabellos.
 
          Con el árbol de muñones que no canta
          y el niño con el blanco rostro de huevo.
 
          Con los animalitos de cabeza rota
          y el agua harapienta de los pies secos.
 
          Con todo lo que tiene cansancio sordomudo
          y mariposa ahogada en el tintero.
 
          Tropezando con mi rostro distinto de cada día.
          ¡Asesinado por el cielo!
 
creemos encontrar una declaración del poeta sobre su homosexualidad; no en lenguaje cotidiano, claro está, sino velado, no lógico e informativo, sino surrealista y onírico;  constituyendo así una declaración de intención, más que una publicación de ese aspecto de su naturaleza.

Justifiquemos el texto de acuerdo con la interpretación propuesta:

          Asesinado por el cielo,

El cielo –Dios, el Destino, la Naturaleza – le ha matado una orientación sexual ‘normal’, y le ha condenado a otra que no lo es –en la actitud del entorno del poeta y también quizá la suya propia –no la acepta, no se acepta, siempre según la interpretación propuesta:

          entre las formas que van hacia la sierpe
          y las formas que buscan el cristal,

Entre el Mal –sinuoso, traidor, rastrero, en el suelo, que tienta y arrastra al pecado, en el paraíso– y el Bien –equilibrado, armónico, artístico, bello, noble, transparente, hacia el cielo.    

          dejaré crecer mis cabellos.

Acepto mi destino y lo publico, al menos en parte, adoptando  el aspecto propio de mujer: cabellos largos.

          Con el árbol de muñones que no canta
          y el niño con el blanco rostro de huevo.

El árbol es el cuerpo, con las ramas como miembros; los muñones, ramas cortadas; un muñón puede ser el sexo masculino, que en parte deviene inútil, para la procreación; no canta porque no cumple su función; otros muñones pudieran ser los senos, que tampoco cumplen su función, como mujer en este caso. Niño muerto –rostro blanco–, o sea, nonato, ya que renuncio a mi papel de padre al renunciar al de hombre. Recuérdese el tema de la esterilidad en Yerma.

          Con los animalitos de cabeza rota
          y el agua harapienta de los pies secos.

Agua harapienta: semen empobrecido, no procreante. Los animalitos serían los espermatozoides cuya cabeza –con la información genética– está rota porque no va a dar esa información en la fusión con el óvulo femenino 

          Con todo lo que tiene cansancio sordomudo

Cansancio de callar, de no oír y callar; diálogos sordos (fingidos) y mudos (no se dice la verdad)

          y mariposa ahogada en el tintero.

Mariposa –epíteto de mariquita o maricón–; además delicada, frágil y bella; como los marineros –también asociables a mariquita– dibujados por el propio Federico. Ahogada en el tintero, fracasada en una vida de color negro, que la mancha, la ahoga y la mata. 

          Tropezando con mi rostro distinto de cada día.

Veo mis rostros sucesivos en el espejo, máscaras de fingimiento, ya que no digo lo que soy y cómo soy

          ¡Asesinado por el cielo!

Como el principio, pero exclamando: con ira, con emoción, con fatalismo.

 



 

A VUELTAS CON PERE GINFERRER

En uno de sus poemas, Cenobio, del libro de poemas –o largo poema– Malienus , el poeta sigue una secuencia que no por visual e imaginaria deja de tener un rigor asociativo que puede devolverse a la semántica, a la coherencia del discurso hablado. Bo son pues caóticas cascadas de imágenes, sono secuencias trabadas en al conciencia y recuerdo del poeta, pero nada ajenas a los demás, al lector, por ejemplo. Ni siquiera la ausencia de puntuación rompe esa ordenada marcha a pasos o saltos que recuerda a la navegación por la red informática que ahora se estila. En cada página aparecen palabras –marcadas en color diferente– que representan saltos a otras paginas a través de esos términos que sirven de enlace o charnela. Veamos:

Punzón
trenzada
cáñamo
     esfera -           ayer, mañana
     cucurucho -     astrología
     cono -                            vida futura            azogue
     burbuja           tiempo   redoma -
                              ruta marítima       laboratorio
                              coral -proa          fuego
                              cíclope  ritual cobrizo
                                                                                      pasos     circo
                             especia por mar
                             mercadería
                             reloj                     incandescente
                                                         ardiente
                                                                                      soledad extasís
                            mar ‒ rosa de los viento
 

 MALLARMÉ


 
Soneto gongorino
 
 

Vuelta al Principio   Última actualización:  viernes, 18 de septiembre de 2015  Visitantes: contador de visitas