Esta página está en construcción: perdonen los errores y temas inacabados.
This page is being developed: I am sorry for errors and unfinished subjects.
Tempo, energía, interés y clímax (incluido en Grupo Fundacional de Verso
Es esencial llenar de contenido, sin fisuras, la obra, teatro, cine, música, cualquier performance temporal. Un vacío de ese contenido desengancha al espectador-oyente, que mira a otro lado, piensa en la cena, mira a su acompañante, la hora. Se ha perdido el hilo, y esto es peligroso: puede retomarse o no. Pero en todo caso, la obra se quebró en ese instante, y queda dividida, lo que es grave si no hay ahí una división dramática buscada.
Por ejemplo cambios de escena aparatosos, aunque se llenen con músicas, humos y otros efectos, pueden ocasionar esa pérdida de contacto con el espectador. Una división dramática la hay en estos cambios, pero debe seguir conservándose la unidad de la obra. Y sobre todo el interés del espectador por seguirla.
Precisamente quien esto escribe ha asitido a dos obras de teatro en días sucesivos, siendo la primera pecadora, muy pecadora, en lo que criticamos; Cambios de escena lentos y maquinales, que la música no conseguía llenar (como ocurre con la del avión, en los azarosos despegue y aterrizajes). Movimientos lentos, coros pasivos. Y ello a pesar de una correcta elocución y acción actoral.
Y la segunda, virtuosa, muy virtuosa. Un flujo continuo, dinámico, brillante, lleno de contenido. Todo ello proporcionado por la acción enérgica, la palabra, brillante y expresiva, la escenografía unitaria pero cambiante, los cambios de escena rápidos, bailados, mimados, teatro sin parar.
Reconocemos que el tempo varía con el género: tragedia, lenta; comedia, rápida; drama intermedio; esperpento más bien rápido. Pero no confundamos tempo con flujo de información: en todo tempo tienen que alimentarse la comunicación de manera necesaria y suficiente, como dicen los matemáticos. Ni demasíada información, que no se asímila, que aturde y fatiga. Ni muy lenta, que ya se intuye, que no trae novedad, que impacienta y fatiga igualmente.
En un tempo lento, como ocurre en la música de un adagio, las melodías son más ornamentadas, en el rápido más simples, con lo que ese flujo de información (notas, palabras, emociones, gestos, acontecimientos) resulta constante o al menos parecido.
Importantísimo es también ese flujo de información en lo que podemos llamar establecimiento y desarrollo de una progresión. El espectador es arrastrado por un aporte rítmico y sostenido de paquetes de información a velocidad muy crítica y delicada. Aquí está creemos el quid de la cuestión.
Recordemos la progresión sexual que conduce al orgasmo: rítmica, con un
tempo concreto que suele acelerarse gradualmente hasta llegar al clímax.
Algo parecido (¡somos los mismos, después de todo!) ocurre en el arte, en la obra de arte, aquí concretada en el drama representado. Su contenido, su densidad de información debe ser librada (delivered) al espectador con esa cadencia rítmica, ni lenta ni rápida, que permite el enganche del espectador. Una vez prendido, seguirá interesado y quizá encantado la progresión que se le ofrece, hasta llegar por acumulación de sensaciones a la emoción artística, muy intensa cuando se dan todas las condiciones (las citadas y algunas misteriosas todavía para nosotros) en cantidad adecuada.
En la figura adjunta se esquematiza el proceso: los aportes de
información (arriba), con su rápida subida y lento desvanecimiento, esquema
de una noticia, se suceden en el tiempo. Si lo hacen de modo q
ue
cada uno ocurre antes del desvanecimiento del anterior, si hay continuidad
de sorpresa, el interés y la emoción van subiendo en el espectador. La obra
tiene éxito porque se transmite a velocidad, tempo, adecuados.
Si, por el contrario, como se ve en la figura siguiente. se suceden los aportes a tempo demasiado lento, cada aporte empieza de cero, por decirlo así, y nunca se alcanza la progresión: la obra aburre, pese a su posible calidad. Es sólo cuestión de su comunicación, o más precisamente, de la velocidad a que se comunica, del flujo de información que se proporciona.
El tempo es muy importante. Es decisivo. Que quede claro.
Vuelta al Principio Última
actualización:
Thursday, 21 de February de 2013
Visitantes: