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Teatro y Vida (Declan Donnellan)  (incluido en Grupo Fundacional de Verso

A propósito del montaje de Donnellan de The Changeling  por este director tan valorado ahora, y, tras oír la presentación de su libro El actor y la diana, comentamos nuestras impresiones.

Bien, todo lo que habla Donnellan ( o al menos habló en esa ocasión) era, por lo que entendí, hacer el teatro tan parecido a la vida como fuera posible. No, hacerlo vida sin más. Según él, todos podemos actuar porque todos vivimos: el problema es pues quitar el obstáculo u obstáculos que nos impide vivir en escena. Todo según lo que entendí.

Todos actuamos al vivir, crecer es ir adquiriendo imitando papeles. El asunto es actuar bien. El problema es que nos da miedo. Nos bloquemos y nos separamos de los demás. El director intenta sólo reconectar al actor con su actuación, que le es tan natural en la vida.

Es interesante que no podemos mostrar y al tiempo ver. Hay que elegir, y esto es doloroso.

Otro tema de este director. ¿Cómo elige al actor, cómo hace casting?: Busca personas que saben ver, que ven lo que cuentan (que lo imaginan vívidamente) lo que les hace transmitirlo. De modo que VER es la condición más importante.

Veamos ahora el proceso que Donnellan sigue para dirigir:

1. Leer la obra
2. Ejercicios.
3. Discutir poco.
4. Se habla en movimiento.
5. Se baila unm poco.
6. Sin trajes.
7. Emergen patrones que se van incorporando.
8. Resultado es superficial.
9. Hay mucho más.
10. No hacer mucho caso a los demás.
11. Interesante lo que la gente hace, no lo que dice.
12. Personaje dice una cosa a veces, pero hace otra.
13. Ejercicios para mejorar.
14. Se busca la vida.
15. Más vida y menos muerte.
16. Diferencia sutil.
17. Ideas bloquean.
18. Dirigir es construir puentes entre personas-actores.
19- Desbloquear.

Donnellan busca lo vivo, lo nuevo, lo que sucede una sola vez (una escena de violación se lleva a cabo en sitios diferentes en cada representación, para conseguir esa novedad e inmediatez). Lo peor para él es un huevo de Fabergé (objeto recargado, lleno de adornos, joyas, diseños y forma preciosista y lujosa que ese diseñador hacía para los ricos y nobles rusos del zarismo). Busca lo opuesto a estos huevo perfectos.

Escena desnuda, pocos muebles. Peligro de congelar las casa y que queden 'así'. No, romper eso.

Cultivar ambigüedad en la escenografía. Situaciones, lugares, caracteres ambiguos, confusos, inesperados.

Nada de situaciones, ser uno algo, sino pasarle algo, ser reclamado por algo externo (diana?). No estar 'in love' sino 'to love'. No 'estar enamorado' ‒situación personal, anímica del yo, sino 'amar a' alguien que nos llama y reclama, nos mueve, nos potencia, nos carga de movimiento hacia.

Todo lo anterior nos recuerda un punto anterior fundamental en el desarrollo personal, y también en el teatro: Tu y Yo_Aqui y Ahora.

Es ‒resumimos‒ como si nos centráramos en los predicados y no en los sujetos. En lo que pasa, no en lo que se és o está. De hecho el teatro, que es acción, no brega con situaciones, sino con lo que ocurre. las primeras son solo puntos de partida ‒siempre conflictivos, detonantes‒ que disparan la acción.

Estos son los puntos, interesentes parecen, que recordamos.

Nos subsisten dudas, no obstante, como la que planteamos ytas la conferencia: ¿Donde se sitúa la forma, el ritmo, la estructura, la formalización y esquema, en esta búsqueda angustiosa de vida, espontaneidad?. Y más concretamente. ¿En qué estadio de la preparación de la obra se introduce todo esto?. ¿Sólo en la formación del actor, para olvidarlo después? ¿O también en el montaje de la obra?

Tras el turno de preguntas, y, en realción con nuestras dudas anteriores, preguntamos algo así como:

"Todo lo que nos rodea es vida, y sin embargo, no nos basta: buscamos la ficción, el arte, el teatro. ¿Por qué entonces buscar esa verdad y vida en el teatro, cuando fuera, no nos interesa?"

Su respuesta no pareció dar en la diana. pero algo interesante se me quedó: la técnica, la estructura no debe notarse. Los grandes hacen todo fácil (aparentemente) como Chéjov, que parece sugerir que cualquiera puede hacer eso. Los grandes actores también. Los grandes bailarines (como los del Bolshoy) sugieren que tú también puedes bailar. No se hace alarde de lo bueno que es uno. Se borra uno y conecta al espectador con la cosa (resumo).

Pensaremos y probaremos.

 


Vuelta al Principio   Última actualización: viernes, 18 de septiembre de 2015  Visitantes: contador de visitas