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Palabras en oposición rítmica (incluido en Grupo Fundacional de Verso )

A falta (según mi conocimiento) de nombre retórico latino para este efecto, lo titulo describiéndolo. Quizá el concepto de síncopa tiene algo que ver, aunque en esta los acentos cambian.

Se trata de la presencia cercana de una misma palabra o vocablo pero en diferente situación rítmica: es decir, dado una patrón o secuencia de marcas rítmicas por ejemplo el ritmo de la clave o un vals‒ encontramos una palabra dos veces, una coincidiendo una sílaba con la marca, con una de ellas, otra, no coincidiendo, haciéndolo otra. El efecto interesante  ocurre en concreto cuando el acento coincide o no con la marca. Esta secuencia clara de marcas se da sólo en el verso de manera clara; en la prosa no está claro el patrón, y además el dicente puede acondicionar ambos casos a la misma marca, ya que puede elegir (véase  La prosa como verso). Y del verso, sólo cuando el patrón está claro.

Por ejemplo, en el endecasílabo, descrito siempre con tendencia yámbica, encontramos con frecuencia este par de ocurrencias contrapuestas.

En Lope:

            Siento    que.... siento

Sor Juana, doble oposicioón.

Al que_ingrato me deja, busco amante;
al que amante me sigue, dejo ingrata;

En soneto VIII de Shakespeare: oposición de Music/music

Music to hear, why hear'st thou music sadly?

Incluso pequeñas frase completas pueden oponerse. oposición de  ¿Qué me quieres/Qué me quieres

    ¿Qué me quieres, Amor? Ya, ¿no tenía 
     olvidado a Teodoro?  ¿Qué me quieres?
       Más lejos aún, en soneto de Quevedo:
Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevare el blanco día,
y podrá desatar esta alma mía

Se nota un juego preciosista de ritmo e intensificación por repetición

 


Vuelta al Principio   Última actualización: viernes, 18 de septiembre de 2015  Visitantes: contador de visitas