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Últimas cuestiones sobre ritmo

1. Compartir el tiempo. En sentido muy muy amplio, en sentido último, el ritmo viene a ser eso.

Ese compartir entre quienes producen la música y quienes la reciben –se definitiva, todos se mueven (así sea e-mocion-almente– con la misma pulsación, comparten el tempo.

Todos ellos esperan el advenimiento regular de unos sucesos, variables, en momentos determinados, uniéndose en comunión mística, religiosa (miren las caras de un bailante de discoteca, quienes esto duden).

El ritmo es el componente último, inevitable, de la música. Puede no haber tonos y notas, puede haber timbres pobres y monótonos. Pero sin ese sentir el retorno que nos coloca y pone a vibrar, la música desciende a efecto sonoro, paisaje sonoro, ambiente impresivo, incluso materia, textura musical; pero no música en sentido también último.

Si hubiera que comenzar a entrar en la música, a aprender, habría que empezar ritmando, no entonando con la flautita.

Hablamos pues de cosas muy serias.

2. Periodicidades

La del tempo o pulso, la del compás, la del grupo de compases.

En verso la silábica, la pedal o podal (de pies), la versal, la estrófica, la poemática.

Todas ellas han de ser marcadas de manera diferente para no ser absorbidas en la anteriores.

Se destaca cada principio arbitrario del ciclo correspondiente con una marca característica que nos indica donde estamos en cada uno de los ciclos.

 


Vuelta al Principio   Última actualización:  viernes, 25 de julio de 2014   Visitantes: contador de visitas