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Notas extrañas a la harmonía (enlace)   (incluido en Conversaciones con Félix Sierra)

Conversación nº  ?? ( 10-2-03)

 

Estas notas son: notas de paso, anticipaciones, retardos, floreos y nota pedal.

 

El pedal viene a ser una nota de larga duración, de gran importancia en la harmonía, que persiste mientras las voces recorren muchos cambios harmónicos, obstinadamente, con frecuencia, por lo tanto, incompatible con la harmonía de las voces, que, de alguna manera, impone tiránicamente la significación harmónica del fragmento en que sucede. Es decir, con la visión de como arriba, abajo [1],visto en otra practica, esa pedal crea una zona en la pieza con significación única.

 

En realidad, en toda pieza podemos admitir una pedal no sonada, la tónica que existe como referencia de todo lo que ocurre en la pieza. En la música modal esto es rigurosamente cierto, e incluso en muchas músicas, esa nota se toca de hecho, como en la música india o en la bizantina. En la música occidental tonal, con sus rápidos y complejos cambios de acordes más o menos modulantes, la cosa es mucho menos evidente pero, a la luz de lo anterior, también aquí puede admitirse esa significación de referencia permanente y de calificación del fragmento.

 

En las piezas del principio de la tonalidad, hasta Wagner, ese pedal no sonaba continuamente, pero la vuelta frecuente a la tónica refrescaba en los oyentes quien seguía mandando en la sombra. Probablemente el forzar la longitud de los fragmentos sin esa vuelta comenzó a romper la vinculación a una tónica y pudo ocasionar o colaborar a la muerte de la tonalidad (de la cual sabemos que, sin embargo, parece haber resucitado, por4 lo menos en algunos parajes. Hay quien piensa, incluso, que esa señora, como los viejos rockeros nunca morirá).

 

Al analizar la pieza, por lo tanto, la presencia de una nota pedal nos propone dos niveles: el macro y el micro (éste y aún, uno aún más micro nos servirá para tratar de las notas de paso: como arriba, abajo, porque lo que es la harmonía de acordes al pedal, lo es la melodía frente al acorde). Pensemos qué hacen los acordes frente al pedal: variar no sustancialmente, embellecer, decorar una referencia global y básica; pues bien, eso hace la melodía con el acorde de contexto, decorar, embellecer, añadiendo, claro está, notas extrañas al acorde en esa función.

 

Y hay un nivel aún más microscópico: el de efecto sobre el tono (vibrato, portamento, incluso trino, mordente) los cuales sin variar esencialmente la melodía, la varían sutilmente y la embellecen.

 

De modo que nos encontramos aquí en una visión cósmica grandiosa que va de Arriba a Abajo, y que permea toda la vida tonal de una pieza desde el grito primordial de unidad, resonando en lo profundo, hasta las sutiles evoluciones de alas de pájaros y brisas inapreciables del tratamiento sonoro de la nota.

 

De esta visión, que recuerda a Dante, podemos sacar un gran principio estético:

Una pieza buena es aquella que guarda unidad y proporción dentro de cada nivel y así mismo entre niveles, como el preludio 1 del cuaderno 11 del Clave analizado en una práctica anterior.

En ese dominio citado de la melodía situamos las notas de floreo y cualquier nota que venga justificada por una melodía, por ejemplo, un motivo anterior que se realiza en el presente acorde, al que respeta, hasta cierto punto, en sus notas principales, pero no del todo.

 

Anticipación y retardo, sin embargo, nos parecen de un origen diferente: aquí se trataría de un efecto en un único nivel: el de la marcha de acordes, en que dos acordes sucesivos se mezclan en parte creando así disonancias pasajeras; es como si los dos acordes se permeasen mutuamente caminando ((a ver si esto es lo que ha pasado!), hacia la creación de acordes complejos (disonantes) por fusión total. Por ejemplo, un acorde mayor seguido de su relativo menor, engendra por fusión el menor con 70. Un acorde mayor, seguido del mayor sobre su quinta, engendra un acorde con 70 y 90, etc. Es decir, los retardsos y anticipaciones se metieron por la puerta de servicio, pero después se quedaron en casa, y ya salieron y entraron por la puerta principal.

 

Por cierto el ampliar un pedal a un acorde podría también general una politonalidad, primero con uno de los acordes siendo de tónica, y luego, con los demás.

 

Todas estas descripciones hipotéticas, en parte, muestran, sin embargo, una evolución de la música hacia la libertad por pasos rigurosos, lógicos y casi obligatorios: obligatorios porque la audacia, en un momento dado se hace trivial y tópica después, y obliga a compositores y oyentes a librarse de ese elemento del lenguaje obsoleto. Esto se da en cualquier arte, por supuesto. Pero insistimos, esa evolución hacia la libertad ya no puede verse como experimentos de artistas que quieren afirmar su creatividad e independencia, sino que al revés, por recaer en una nueva visión idealista, la Música camina lentamente por los milenios, los siglos, las décadas, con un paso propio de Ella, apareciendo, entonces, los compositores como acólitos que ponen en solfa sus dictados, y el resto, los oyentes, como un enorme pueblo llano que canta inspirado por Ella.

 

 

[1] Tomamos el concepto del antiguo libro de sabiduría el Kybalion, atribuido a Hermes Trimegisto, en el cual la frase constituye uno de los principios de la estructura sutil del universo.


Vuelta al Principio     Última actualización  Saturday, 14 de September de 2013  Visitantes: contador de visitas